Dejemos que las letras de la revista Kwira #100 y que nos lo recuerde, ...
Este 4 de enero de 2017 se cumplieron siete años
del fallecimiento de Jesús Ricardo Robles Oyarzun, el Ronco,
editor de esta revista. La muerte lo sorprendió justo cuando elaboraba el número
100 del Kwira, cuya publicación cumplió 25 años en 2010. En su memoria, sus
compañeros religiosos, sus amigos y amigas, familiares y conocidos, han
participado en la elaboración del número 100 de la revista: una edición
especial que destaca el compromiso y entrega del Ronco por los
pueblos indios y en particular por los rarámuri.
En este espacio, se comparte esta edición especial,
que cierra un ciclo y que como dijo su propio fundador en el número 99: “el
Kwira ha querido decir lo que suele callarse, abrir canales de comunicación
entre sus lectores y el don de vida nueva y verdadera que ofrecen estos
pueblos”
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Jesús Ricardo nació en la ciudad de San Luis Potosí en 1937. Ingresó a la
Compañía de Jesús en 1956; estudió Humanidades y Filosofía en México y teología
en Canadá. Ordenado sacerdote jesuita en 1969.
Vivió en la sierra Tarahumara casi 40 años; 15 de ellos inserto en una
comunidad indígena: Pawichiki, donde sistematizó la cultura, cosmovisión y
teología india de los rarámuri. Aprendió la lengua tarahumar y acompañó a
diversos pueblos
indígenas en sus luchas y caminos.
Durante su vida fue desarrollando un pensamiento original y auténtico,
donde el conocimiento verdadero sólo se da a través del afecto; es decir, sólo
amando conocemos realmente aquello que queremos conocer.
Sus intuiciones sobre el mundo indígena y el cariño que siempre
experimentó por los pueblos originarios, la gente gente –como solía
decirles—transformaron su vida y pensamiento.
Acompañó los diálogos de Paz en San Andrés, la fundación del Congreso
Nacional Indígena y la Universidad Indígena Ayuuc. Publicó la revista de
pastoral indígena Kwira durante 25 años.
El Ronco fue un auténtico defensor de los derechos indios, escritor de
artículos en libros, periódicos y revistas, artista y poeta. Su vida es un
ejemplo y testimonio vivo de autenticidad, libertad y respeto por lo diferente.
Para él los pueblos indígenas tienen una sabiduría que puede ser una
respuesta de armonía, paz y reconciliación para este mundo roto.
El 4 de enero de 2010 pasó a la Casa del Padre en Sisoguichi, Chihuahua.
tomdo de: http://kwira.oseri.net/index.php
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